El siguiente paso ahora, sabiendo que el uso del biochar conlleva beneficios a nivel agronómico, es estudiar la viabilidad económica de su implementación. En este sentido es difícil dar una respuesta en base a un estudio realizado en Australia por la diferencia de costes de producción y transporte en función de la zona geográfica. A pesar de ello, continúa siendo interesante saber cómo de rentable fue este proyecto. Según sus cálculos, obtuvieron tras 4 años un beneficio de unos 35 dólares por árbol, teniendo en cuenta que los dos primeros años no hubo fruta. En cuanto al desglose de gastos, un 57% fue la adquisición del biochar, un 11% el transporte y un 32% la aplicación del mismo. En este sentido, la adquisición del biochar como subproducto de un proceso industrial (valor por debajo del precio de mercado), así como el precio del aguacate en el mercado, son las dos claves para conseguir esa rentabilidad.