El primer paso determinante es la plantación de nuestro árbol. En cuanto a la preparación del terreno, es ideal que el suelo no esté muy seco, facilitando la labor y la acumulación de agua en el mismo. Por ello se debe realizar de forma preferente en época de lluvias, siendo el otoño el mejor momento para esta fase previa a la plantación de aguacates.
Primero debemos realizar un subsolado del terreno que alcance unos 50 cm de profundidad. A continuación, hay que aplicar un abonado de fondo para corregir deficiencias que pueda presentar la tierra de cultivo. Por ello, este abonado se hace en función de los resultados de un análisis de suelo, así como del sistema de riego que se vaya a utilizar posteriormente.
Otro punto importante es quitar las malas hierbas del terreno para que no compitan por los nutrientes con nuestras plantas de aguacates. El último paso antes de la plantación propiamente dicha es el marcado del terreno para fijar la posición de los árboles.
Una vez preparado el terreno, el siguiente paso es comenzar la plantación de aguacates propiamente dicha. El momento ideal para ello es primavera. Para ello, comenzamos realizando los hoyos en los lugares previamente marcados. No debe pasar mucho tiempo desde la apertura del hoyo hasta la plantación. Además, no es recomendable abonar los mismos, ya que las raíces se pueden quemar. Al trasplantar el aguacate, es importante que las raíces queden lo más rectas posibles para evitar problemas en el cuello del árbol.